sábado, 14 de mayo de 2022

TRAS LA PANDEMIA, DELICIOSOS CONTAGIOS

 Hace apenas un mes, inicié mi trabajo en el WTC México como asistente personal de una doctora. Un trabajo que puede calificarse de estresante y desgastante, pero más divertido que el último que tenía. 

En fin. Como recepcionista de un consultorio, recibo a personas de todos los tipos. Hoy quiero escribir acerca de M y J. Una pareja de ancianos que sobrepasan los 80, pero inseparables.

M y J llegaron el día de ayer a consulta, y le ofrecí a J mover uno de los sillones de recepción para que pudiera estar al lado de su esposa, a lo que él me contestó. No deja... tan cerca no, me vaya a contagiar algo, con una risa pícara en el rostro.

M, sin aludirse, respondió: Ojalá pudiéramos contagiarnos de verdad, pero de las cosas bonitas que tenemos cada uno de nosotros.

Yo ya estaba emocionado con la respuesta, cuando "J" le dijo:

Para eso tenemos tiempo de sobra amor, toda una vida.

Yo casi lloro sentado detrás de mi computadora mientras ése par de amantes... se amaba.

martes, 1 de febrero de 2022

DESCUBRIMIENTOS Y TRANSFORMACIONES

 Mis procesos son sumamente largos... y creo haber descubierto el porqué. Porque cada proceso implica transformaciones profundas que no siempre comprendo. Aquí va un pequeño resumen de un reciente descubrimiento.

En mi juventud temprana, como es casi natural en todo joven, estaba lleno de arrogancia y seguridad, que se vieron alimentados por mi independencia económica (fácil de conseguir pues aún vivía con mis padres). Y mi nada despreciable éxito con las mujeres. Cambiaba de trabajos con bastante fluidez, siempre por mejores oportunidades, hasta llegar a trabajar en alguna empresa de talla internacional, colocada en un lugar insignia en bosques de la lomas, accediendo a círculos sociales privilegiados, con una doctora como novia y un futuro que se avistaba... brillante, en aspectos económicos y sociales.

Poco antes de la muerte de mi padre, habíame cansado de la banalidad de dichos círculos, y de la falta de integridad con la que muchas empresas, (o la gente que las dirige) usa los recursos económicos abusando siempre de los empleados de bajo rango. 

Y me transformé. 

Después de una grave depresión por varios eventos desafortunados... decidí dejar atrás la ropa de vestir, los lujos, las salidas mamonas, para buscar construirme en un ambiente menos viciado, más justo, y más lleno de significado. Sin embargo, al llevarlo a cabo de forma tan impulsiva y tras una depresión de la que aún no salía por completo, me llevó a un extremo completamente inesperado.

Dejé de cuidar aspectos estéticos que antes me obsesionaban, dejé de darle importancia a la sustentabilidad económica para vivir como un monje epicuriano.  (Cuando lo pensé, no dejé de sonreír al pensar en el monje borracho de Robin Hood. Alejado de las tentaciones banales y económicas, pero entregado por completo al goce y al disfrute de lo que la vida y la naturaleza proporcionan para ser feliz. Al estilo Hakuna Matata, o como Baloo de el libro de la selva).

Sin embargo... algo nunca me terminó de cuadrar en ése cambio. Y sin saberlo, entré wn un conflicto que apenas hoy comienzo a dilucidar. El descuido y el desdén que demostraba, si; eran parte de una búsqueda de un sentido distinto de la vida, sin embargo, en ése proceso también abandoné mucho de lo que en el fondo sí era, pero de alguna forma radical, despreciaba.

Éste conflicto se convirtió en una pelea interna que no me permitía ser feliz como era (aún encontrando varios significados importantes, pues negaba parte de quien sí soy, en un intento exagerado por darle un sentido diferente a mi vida. Y si, una parte en el fondo quería recuperar a ese viejo yo, y otro se negaba rotundamente a regresar a la mamonería superficial que tanto desprecié. 

Es curioso pensar, que en éste proceso, también llegaron mujeres a mi vida, mujeres que yo no buscaba, pero que de cierta forma atraía. Completamente distintas a las que me encontraba antes, menos interesadas, muy generosas, pero destrozadas internamente.

En las últimas semanas, he recibido pequeños grandes comentarios a mi alrededor... que me han ayudado a comprender algo de suma importancia: "No tengo porqué regresar a ser el mismo mamon arrogante que era, ni seguir siendo el monje epicuriano, alejado de todos los placeres que impliquen algo de vanidad, o avaricia. Puedo permitirme encontrar un punto intermedio, en el que mi vanidad y mi gusto por una vida cómoda, puedan coexistir con la búsqueda de los significados espirituales, de la modestia y  la justicia".

Y siento que en éste nuevo entendimiento de mi status quo. Podré sentirme más libre, inspirado y motivado a reconfigurarme de tal forma que pueda ser, sin negarme de ninguna forma. Incorporando lo que sí soy, en ambos aspectos de mi vida. 

Me siento esperanzado, aunque también nervioso y lleno de ansiedad, pues me parece que ésta podría ser la transformación definitiva.

Curioso pensar, que hace año, un par de Gurus, a los que quise mucho, me llamaban Pupa. Creo que eran mucho más sabios de lo que pude ver en ése entonces.


domingo, 16 de enero de 2022

PERDIDAS Y GANANCIAS

 Hace tiempo que estoy metido en una especie de capullo, lamentando mis errores, lamentando mis desgracias, lamiendo mis heridas... me perdí a mi mismo... me desconocí, y me abrigue en una puerta falsa de vicios y enajenación.... dejé demasiadas cosas... quemé todos los barcos, y éso... implicó más de lo que imaginaba. Llegó la pandemia y descubrí el fracaso, la miseria y el hambre...

Hoy... por primera vez en años... empiezo a sentirme... distinto... aún endeudado, y aún con muy pocos recursos... sin embargo... algo se siente distinto.

Tengo miedo... en el proceso, perdí mi ira. Que era mi mayor sostén.

"A" hace un par de años me dijo... "me siento fatal, siento presión todo el tiempo, me siento con la espalda tensa, estoy dispuesta a agreder a cualquiera que se me ponga enfrente,  y reacciono a cualquier provocación, no puedo más con ésto"

Yo respondí... " Que extraño... yo me siento así todo el tiempo". 

Ella, a pesar de ser sumamente perspicaz, y conocerme a fondo... pareció sorprendida del hecho. Como siempre, me dijo lo que necesitaba escuchar. 

Me llevó meses... pero dejé de estar enojado todo el tiempo, aún soy reactivo, es difícil dejar los viejos hábitos... pero la ira que sentía... ya no la siento... mis reacciones son sólo viejos hábitos.

Hasta aquí,  suena... bien. La cuestión es que yo sobreviví mucho tiempo aferrado a mi ira y hoy... debo aprender nuevas formas de... defenderme, de vivir,  de comunicarme... porque lo que me definía... aunque pocos lo vieran... se fue.

Quizá de ahí venga ésta nueva sensación, aún no sé a dónde voy... pero por más difícil que sea la situación a la que me enfrente... hago más por buscar opciones y alternativas que por ponerme agresivo y  volverme el hdp que sé que puedo ser. Pero lo perdí. No niego que soy capaz de enfadarme, y puedo hacerlo de forma muy visceral, pero... ya no lo siento todo el tiempo a flor de piel. Y eso me deja sin armas.

Tengo miedo, pero a la vez... tengo esperanza, de que por fin la pupa... pueda comenzar a salir de su capilla. 

Aún no sé de qué me sostengo, qué me mantiene, si la ira ya no es mi eterna compañera. No sé cómo se llama lo que siento... y no sé cuánto dure... o qué me cueste... pero... sépanlo.  Estoy disfrutando el viaje.


Gracias enormes a Kakuesha. Mi hija de puta favorita. 

sábado, 15 de enero de 2022

¿Renacimiento?

 Siento que algo está cambiando en mi... muy adentro, muy profundamente. No tengo claro qué es, pero se siente... poderoso, y distinto... muy adentro.


¿Será acaso el momento de renacer?

sábado, 13 de noviembre de 2021

DE LOS CAMINOS ANDADOS

 

Como una forma complementaria de obtener ingresos, ocasionalmente doy clases de manejo de motocicleta, cuando surge algún cliente; hace poco, estaba dando la última clase a uno de mis alumnos cuando sucedió algo especial:

Me solicitó que lo acompañara a hacer una ruta hasta su trabajo y de regreso a su casa, para reconocer la ruta. Casualmente, la ruta que tomamos, me llevó a un recorrido lleno de recuerdos y nostalgias.

Pasamos frente al Hotel Vigo, que fue testigo de mis visitas con “I” durante un año, religiosamente cada fin de semana. A dos cuadras, los tacos de los Tavares, que visité con “I” y con “B”, luego frente a los pulques a los que me llevó “A”, luego la zona de trabajo que recorrí durante casi un año, de regreso, frente a la casa donde vivìa “B” hace 23 años, cuando fuimos novios; el restaurante donde me invitó a comer mi tía “A”; después a la glorieta de la Nueva Santa María, frente al Kabuki donde solía comer con “I”, la paletería de barrio, llena de años de recuerdos que vende unas paletas deliciosas, frente al estilista que me atendió durante años, a pesar de que yo vivía a casi una hora de distancia, frente a la casa de Mami Yankee, mi queridísima segunda madre, a quien le guardo todo mi amor y añoranza.

Un camino lleno de nostalgias, que, lejos de causarme pesar o un sentimiento de tristeza, me llenó de un sentimiento de gratitud y satisfacción que creo que sólo se consigue cuando haces las cosas “bien”.

Sin ningún rastro de arrepentimiento o culpa, todos los recuerdos me llenaron de buenas memorias y un calorcito bonito dentro del pecho.

Los caminos andados, si los andas bien, no pueden dejar otra cosa que buenas sensaciones para el corazón.

sábado, 11 de septiembre de 2021

Casual

 Hoy fui a cenar, tres tacos al pastor, no tenía mucha hambre. El taquero me regaló uno de suadero.

Agradecer las pequeñas cosas de la vida... todos los días... 

miércoles, 28 de octubre de 2020

El estado de las cosas

Mis planes de hacer un "empresa propia" no han salido como quisiera, ya pasé por varias cosas, informo; puse extensiones de pestañas, fui profesor, fui CAE, fui/soy masajista, participo en Miscelánea Gastronómica desde hace años, proyecto que está pausado, uber por casi 3 años, y llegó la pandemia.

No tengo la peor posición, seguro. Ferieros, restaurantes, taxistas, cines, han sufrido quiebras totales, pero no puedo decir que ha sido fácil para mi tampoco. Vivo temporalmente de préstamos familiares, mientras busco un ingreso fijo...

He aprendido a valorar las pequeñas cosas, una nieve en un día caluroso, un baño, una llamada telefónica...

Si algún día me recupero (espero que sí) espero mantener el enfoque que tengo ahora... y gastar en lo importante, dejar de lado lo banal, apreciar una mariposa, un desayuno, o un baño antes que la foto, la cama gigante o la mejor tele.

Lecciones grandes en mi vida.